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lunes, 19 de noviembre de 2012

Paciencia y salud emocional

Si somos pacientes, es posible que lleguemos a la causa de la rabia y consigamos disiparla.

Los budistas dicen: No hay que empujar el agua del río; hagamos lo que hagamos acabará fluyendo a su ritmo.

Paciencia y salud emocional
La impaciencia nos arrebata paz, tranquilidad y felicidad; a la larga se traduce en enfermedad.

La paciencia está relacionada con la comprensión porque cuanto más se comprende a una persona, una situación o una experiencia (o a uno mismo) menos probabilidades hay de tener una reacción visceral y de hacer algo que pueda herir a uno mismo o a los demás.


Para ello, hace falta que nos distanciemos, verlo desde lejos y observar situaciones desde una perspectiva superior. Si eres capaz de no reaccionar, de no tener la necesidad de demostrar que tienes razón, te aseguro que obtendrás un valioso regalo. La vida te recompensará con creces.

Ya lo dijo Einstein: No podemos resolver problemas utilizando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando los creamos.

Cuando somos impacientes y dejamos que salga al exterior nuestra ira y perjudicamos a los demás, es nuestra mente inconsciente la que está funcionando. Cuando una persona se halla bajo el poder del enfado es completamente inconsciente de lo que está haciendo. Ser inconsciente nos hace dañar y faltar al respecto a otros seres vivos. Ser inconscientes de nuestro propio comportamiento nos hace perder la paciencia y serenidad necesaria para nuestra salud emocional.

Debemos poner el foco en cultivar la paciencia y no reaccionar. Cada uno de nosotros ha de convertirse en un psicólogo, lo único que necesitamos es examinar nuestra mente cada día.

Mientras actúes en el presente con tanta comprensión como te sea posible, experimentarás instantáneamente una paz y serenidad sin límites.

Para esa cadena de rabia e ira retirándote y buscando una comprensión mayor, desapegándote de la situación . Cuando tú tratas al alguien desde tu enfado y a la otra persona la envuelves con tu energía dañina; esa otra persona sufrirá y posiblemente traslade esta negatividad a la siguiente persona con la que se encuentre; y ésta a su vez, quizás haga lo mismo...

Me gusta mucho la siguiente idea:

"Hay que ser como el agua que fluye mansa e indiferente. Todo va por sí solo. Si el agua está turbia déjala quieta y ella sola, gradualmente adquirirá transparencia"






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